DE SUEÑOS DE NIÑO A LIDERAZGO DE MAYORES

Cuando acabé esta entrevista que aquì os dejo, me lancè con entusiasmo a enamorar a mi distinguido e infantil pùblico. Una conferencia sobre las cosas buenas, los valores de Balboa, el descubridor del mar del Sur, el aliado de los indios, el que siempre iba delante. Un niño llamado Vasco Nuñez, que con su misma edad, tambièn corria por las blancas y empedradas calles de la hermosìsima Jerez de los Caballeros.

Cuando lleguè a una diapositiva donde un gato al mirarse en el espejo se refeljaba como un leòn les pregunté en voz alta : ¿Sois gatos o sois leones?. Y a una sola voz, una alagarabìa potente contestó  : ¡ Leones ¡. Aplaudieron y quedè emocionado. Nunca habìa dado una de mis conferencias a niños de esa edad.

Recuerdo como me sentìa invencible de niño, cuando, como perdigones, salìamos todos a la calle despuès de una pelìcula de indios, romanos, caballeros o de guerra. Entonces solo habìa una cadena de televisiòn y todos la habìamos visto y en la calle jugàbamos hasta que a la hora de la cena, nos llamaban por nuestros nombres.  ¡ Jaime, a cenar¡

Esos momentos infantiles donde todo es posible, llenos de entusiasmo y valentía, junto con el apoyo y cariño de mis padres y la de algunos profesores, construyeron los cimientos de mi autoestima. Y no podemos ser lideres sin autoestima.

Por eso tenemos la obligaciòn de reforzar los sueños de nuestros niños y niñas, de generar creencias poderosas. Unas buenas, sanas y profundas raices de autoestima sostendràn buenos y poderosos àrboles humanos, personas.

Feliz Vida llena de Vida